2 años vieja. Hace exactamente dos años, todo era tan diferente, la vida era cruel, o más bien yo veía la vida más cruel, creo que por ese lado madure, ya no le hecho la culpa a la vida, al destino, al puto que haya escrito mi historia, estoy muy orgullosa en ese sentido de seguro vos también lo estas. Mi rencor hacia vos también se fue, admito que era muy placentero, maldecirte por dejarme, siempre me lleve bien con el odio, pero no creo que nunca fue odio si no más bien frustración. Se ha vuelto crónico el extrañarte, y doloroso olvidarte, porque a pesar que nunca voy a olvidarte, siento que te estoy perdiendo en parte que me estoy olvidando de tu voz, de tus cabellos, de tus manías y de tus rezongos, de lo placentero que era caminar contigo mirando vidrieras (sin un sope, como decías) pero era tu deporte favorito, y el mio, charlar cosas sin sentido. Es como una especie de enfermedad crónica, con empujes y recesos, momentos en que te olvido y hasta me avergüenzo que te olvido, y momentos que te recuerdo con la mejor sonrisa o con la mas patética depresión, pero en fin, supongo que no lo puedo evitar, aparento ser una piedra sin sentimientos pero más bien soy una piñata llena de emociones. Dos años vieja, lo volvería a hacer, una y otra vez, vivir 18 años de mi vida contigo, a full, con todos los tires y aflojes, con todos los te quiero y te odio, porque así era nuestra relación, porque aunque nunca estuve en tu vientre, nunca me sentí tan cómoda con nadie como lo hacia contigo, algún loco psicólogo nos dirá que esta mal, que no tenias que ser mi madre que debías ocupar la posición que te pertenecía y no entreverar esos lazos tan importante, pero de seguro fue el error mejor cometido que fuiste capaz de cometer. Dos años vieja, y no te dejo de extrañar, no lo voy a hacer nunca, y capaz que nunca deje de llorarte cuando te extrañe, pero eso es por todo el amor que te sentí, y que te sigo sintiendo, porque a veces siento que estas acá sentada a mi lado, diciéndome que me cuide, que sea mas inteligente, que no me rinda. Dos años vieja, y vamos por muchos más.
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